Internet ha sido quizá el avance que más ha cambiado nuestra vida en las últimas décadas. Su avance constante ha hecho que cambiemos nuestra forma de comprar, de relacionarnos e incluso de buscar trabajo. Sus ventajas son infinitas, pero es necesario tener en cuenta ciertos aspectos de la red para que nuestro nivel de protección aumente en nuestra relaciones en el ciberespacio sean seguras y más fructíferas.
Para ellos vamos a ofrecer una serie de consejos básicos de ‘buenas prácticas’ que están al alcance de todos y que minimizarán los riesgos a la hora de navegar.
Sortear los enlaces que puedan ser sospechosos, ya que una de las estrategias más usadas para dirigir a los internautas hacia sitios no seguros son los enlaces que encontramos en muchas páginas web. Estos hipervínculos pueden aparecer en nuestro correo electrónico, en una red social o en la ventana de cualquier chat. Si esquivamos estos enlaces, estaremos sorteando el primero de los riesgos.
Evitar dominios de reputación desconocida, puesto que muchas webs suelen utilizar como anzuelo la promoción a través de datos y ofertas que llamen la atención del internauta para que hagan clic en enlaces que nos redireccionan a páginas no seguras.
Una buena actualización del sistema operativo y de las aplicaciones también ayudará a que nuestro sistema de seguridad pueda tener menos puntos débiles por los que le puedan entrar diferentes amenazas.
Descarga siempre las aplicaciones desde sitios oficiales, porque muchas web simulan ofrecer la mayoría de los programas más demandados pero de una forma alterada o con versiones que contienen algún tipo de malware o código nocivo para nuestro sistema.
Tener siempre a punto los mecanismos de seguridad. Aplicaciones como el antivirus, un firewall o el antispam son las soluciones que mayor protección ofrecen a nuestro sistema contra las amenazas de Internet.
Evita todo lo posible facilitar información personal en los formularios que no parezcan seguros. Una buena forma es verificar la legitimidad de la web, corroborando el dominio o a través de la utilización de protocolos HTTPS.
Ser cautos con los resultados de ciertos buscadores, porque los piratas suelen posicionar sus dominios entre los lugares más buscados, sobre todo en búsquedas que tienen que ver con palabras claves, tendencias o noticias que puedan llamar la atención.
En redes sociales o en aplicaciones de mensajería instantánea, debemos aceptar sólo a contactos que podamos conocer, evitando que perfiles dudosos creados por piratas puedan tener acceso de nuestra información.
Cuando descarguemos alguna aplicación o programas que requiera de archivos ejecutables, debemos evitar ejecutarlos salvo que conozcamos su procedencia. Es conveniente analizarlos para evitar nuevas amenazas.
Finalmente, a la hora de fijar contraseñas, debemos resguardar nuestra información con aquellas que sean más seguras, es decir, las que sean más difíciles de adivinar. Una buena forma es la combinación de letras y números de 8 caracteres al menos de longitud.