El término ‘fibra oscura’ no es nuevo ni tampoco pertenece a un tipo de conexión utilizada por el lado oscuro de la fuerza en la saga de Star Wars: es un tipo de cableado de fibra normal, solo que la mayoría de nosotros desconocemos.
‘Fibra oscura’ es el término que se utiliza para hablar de circuitos de fibra óptica (también llamados ‘redes oscuras’) que fueron tirados en su momento por cualquier entidad u compañía y que no están en uso.
La fibra óptica se compone de un hilo muy fino de material transparente (vidrio o materiales plásticos) y se suele utilizar como medio para transmitir datos.
Este tipo de conexión es la más valorada en el mundo de las telecomunicaciones, ya que permite poder enviar una gran cantidad de datos a gran distancia sin que ese envío se vea afectado por cualquier tipo de interferencia electromagnética.
De este modo, cuando un operador, compañía o entidad de telecomunicaciones tira su red de fibra óptica realiza una gran inversión debido a que se deben solicitar un montón de permisos, se deben acometer obras para poder canalizar y desplegar el cableado. Así que, si en un futuro esa compañía quisiera ampliar la capacidad de esas redes ya desplegadas, tendría que volver a tirar y conectar nuevos cables.
Al tratarse de una operación costosa, lo que suelen hacer estas grandes empresas y compañías es realizar un despliegue mayor de este cableado de fibra óptica para que, en el caso de ser necesaria una ampliación, puedan acometerla de una manera más rentable económicamente.
Y precisamente es así en donde aparece el concepto de ‘fibra oscura’: todo es gran número de fibras que no se utilizan reciben ese nombre. La mayoría de ese cableado ‘oscuro’ quizá no se utilice jamás, o lo que es lo mismo, no se realizarán transmisiones de datos a través de ellos.
De este modo, se podría decir que esta ‘fibra oscura’ adquiere un gran interés comercial para muchas empresas con sedes muy alejadas entre sí que podrían necesitar establecer una interconexión entre sus centros de trabajo. Estos centros alquilan o compran así ‘fibra oscura’ a empresas de telecomunicaciones para cubrir esas necesidades momentáneas o estructurales.
Un ejemplo conocido y que dio lugar a toda clase de teorías conspirativas es el de la compañía Google, que durante mucho tiempo ha estado adquiriendo gran cantidad de esta ‘fibra oscura’, seguramente para nada oscuro, aunque esa es ya otra historia.